Todavia no caigo que estoy aca, y mucho menos que cada dia que pasa es un dia que me aleja mas del jueves ese. No se, parece que hubiera pasado todo recien, pero a la vez se siente tan irreal, como algo que jamas me hubiera podido pasar a mi, como muy... inventadom sacado de un relato o algo asi.
En fin, despues del viaje mas largo del mundo, y como siempre con gente molesta en los asientos aledaños, estoy aca, en mi casa. Y sin embargo, despues de un dia de estar aca, no se siente mi casa. Siendo que antes, en la primera hora, sentia como si nunca me hubiera ido. Ahora siento como si nunca hubiera llegado.
No se que hacer conmigo. Me tengo sentada aca, pensando y pensando y dandole vueltas a esta cuestion... Y ni me quiero acordar de toooodo lo otro en lo que tengo q pensar (trabajo, organizarme, ver a mis amigos, ver a parientes, arreglar mi pieza, terminar algunos trabajos y no quiero acordarme mas).
Y no se a que viene esto, pero ayer miraba en la estación, mientras esperaba el colectivo, a las personas que estaban esperando ahi, y me acordaba de Retiro, y de la terminal de Rosario. Siempre hubo dos cosas que me gustaron de los lugares asi: una, q realmente te sentis hormiga, viendo como tooodos van organizadamente (y no tanto) con sus bolsitos y presentan el boleto al chofer, para el que sos simplemente otro más o ni siquiera eso... Creo que si yo fuera chofer, trataria de adivinar la historia de cada uno. Por que eso es lo segundo que me gusta de las terminales. Es un museo de emociones y creo que todos se muestran tal cual son ahi. Nerviosos, histericos, ansiosos, gruñones, impacientes, felices, colgados, meditando, amargados, euforicos, perdidos, emocionados, entusiasmados... Y atrás de eso hay toooda una historia. El por qué que los hizo irse, definitivamente o no. Algunas veces hasta pienso en si hay alguien como yo ahi, tratando de imaginarse por que me estoy yendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario